Seguridad Alimentaria - Plazas de Mercado
PROSEDER estuvo administrando por un período de cinco años la Plaza de Mercado del Siete de Agosto. Esta experiencia le brindó a la entidad grandes aprendizajes, tanto desde el punto de vista de las políticas para este sector de la economía, como de las dinámicas propias de las relaciones institucionales, las interacciones de la población objeto, los procesos de mercadeo y “financiamiento” que utilizan, las debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas de estos establecimientos.
Como consecuencia de lo anterior, las conclusiones a las que llegó la entidad son, entre otras, que el Distrito Capital, debido a múltiples situaciones de orden jurídico, no tiene unas políticas definidas frente a las plazas de mercado; se han cambiado los modelos administrativos pero ninguno ha dado los resultados esperados; no se definen y, por lo tanto, es difícil hacer cumplir los contratos de arrendamiento; las plazas no cumplen el papel de regular los precios (los compradores no tienen el incentivo de mercar en las plazas, porque los precios no son favorables); a los vendedores les falta dinámica comercial; las plazas no han respondido al crecimiento de la ciudad ni a la modernización del manejo de los alimentos; las ventas ambulantes en los alrededores, con productos de igual o menor calidad, pero a precios más bajos, son una de las amenazas más fuertes para las ventas al interior de las plazas. Finalmente, no hay una vinculación directa con los productores; los comerciantes de las plazas se han convertido más en intermediarios de Corabastos, pues todos se proveen allí, desdibujando el papel que deberían cumplir de ser abastecedores minoristas a precios competitivos.